El Imperio Inca, derechos de autor
“Hay un cierto honor en ser plagiado.” Adrián Silisque
Pero como no queremos ser plagiados una y otra vez, hemos de tener algún recurso que nos avale legalmente.
Cada vez que se crea una obra, llámese guión, canción, poesía, etc. se generan automáticamente derechos de autor.
A pesar de que la ley dice que estos derechos son inalienables, si aparece otra persona que dice tener los derechos habrá que decidir a quién realmente pertenecen. Entonces se debe demostrar la autoría. ¿Cómo?
- por CORREOS: Se envía un sobre cerrado, le ponen un sello con fecha y hora y nunca se deberá abrir este sobre a menos que se precise en una causa judicial.
- Usando la tecnología: hay servicios online que brindan la posibilidad de registrar nuestros trabajos a través de la web, por ejemplo safecreative.org. El problema es que al ser una tecnología nueva no se sabe la eficacia a nivel jurídico.
- El registro: legalmente, es el único que otorga la presunción de certeza de que el autor y titular de los derechos es aquella persona que figura inscrita en el Registro, salvo que alguien demuestre lo contrario.
Tenía el guión de El Imperio Inca y la decisión fue ir al Registro de la Propiedad Intelectual de Barcelona. ¿Dónde?
Carrer Muntaner, 221
08036 Barcelona
Con los documentos bajo el brazo…¿qué documentos? Ah, como lo indican los requisitos:
- La obra tiene que presentarse encuadernada (al menos con cartulina, plástico, gusanillo, anillos, etc.).
- Tiene que estar escrita con letra absolutamente legible, sin borrones ni tachaduras.
- En la portada o en la cubierta deberá figurar el nombre del autor y el título de la obra.
- Las páginas tienen que estar numeradas.
- El solicitante deberá firmar la primera y la última página del ejemplar identificativo. (a mi me hicieron firmar varias páginas)
- Copia y original de un documento de identidad, en mi caso el NIE.
Con estos documentos llegué y me atendieron muy amablemente, me trataron como a un intelectual, como a un verdadero autor. Tenía 26 años y se sentía muy alentador.
Luego me cobraron 4,65 euros, en concepto de tasas. ¡Y eso fue todo!
Meses más tarde llegaron estos folios que te roban una sonrisa de la cara, simplemente genial:
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