El Calendario Inca de Tom Zuidema

El Calendario Inca de Tom Zuidema

“EL CALENDARIO INCA ES LA OPERA MAGNA DE TOM ZUIDEMA”, AFIRMA MINISTRO DE CULTURA

Infaltable era mi visita a una librería tradicional en Lima: la Librería El Inca. Sobra decir que por el lapso de una hora fui un niño en una juguetería. Cada texto, cada autor, cada formato de libro, cada reliquia descansando en las estanterías a la espera de que algún viajero o algún estudioso se acercase a sus páginas.
Un viajero y un estudioso. Y de repente allí estábamos. El viajero, Tom Zuidema y el estudioso Adrian Silisque, jeje. Realmente era al revés. El viajero Adrian y el estudioso de la cultura Inca, Tom. Acababa de ver su libro, y no fui yo quien le reconoció. Como ya habíamos estado hablando un rato largo con el señor que atendía la tienda, se me acercó y dijo: «este libro que tienes en las manos es nuevo, lo acaba de escribir este Señor». Y ahí estaba, el verdadero Tom Zuidema buscando algún libro sobre los incas. Pero ¿qué más podría aprender una eminencia como él? Esas son las cosas que marcan la diferencia entre un erudito y un truhán, el erudito siempre está aprendiendo.
Una nota infaltable sobre la presentación de su libro es la Nota de prensa del Ministerio de Cultura de Perú.

Por mi parte, en ese momento no llevaba la cámara pero me llevé el autógrafo de tan afamado escritor sobre los Incas.

El Valle Sagrado

El Valle Sagrado

Tras recorrer brevemente la capital de los incas, y como sabía que iba a volver días más tarde, decidí partir inmediatamente al valle sagrado. El Valle Sagrado es la denominación de un corredor que reúne a varios pueblitos cercanos a Cusco y que tienen una importancia arqueológica considerable.
Cusco sabe gestionar su actividad turística y por lo tanto abunda la información turística, y los mapas:

El primer lugar que visité fue Qenqo. Muy cerquita de Cusco, 4km, tanto que se puede ir en taxi. En este sitio arqueológico llama la atención una especie de anfiteatro con hornacinas dispuestas en semicírculo. Los que saben, acuerdan que la utilidad de este sitio era netamente religioso.

Allí mismo, se puede visitar una caverna semicircular y semi artificial; posee una mesa o altar donde se realizaban ritos sagrados. Lo que sorprende es la capacidad de los incas para integrar sus obras en la naturaleza ¿o visceversa?

Y por fin Perú! – Arequipa

Y por fin Perú! – Arequipa

Luego de un viaje casi doce horas y en un colectivo que no tenía calefacción, llegué a Arequipa. En el transcurso conocí a Jake, un chico inglés que también llevaba tiempo viajando por Bolivia y ahora empezaba Perú. By the way, Jake, I don’t have your e-mail!
Para nuestra suerte, nos conocimos en el autobús y pudimos alquilar un hostal juntos, a las 4 de la mañana. Andar por una ciudad desconocida, buscando un hotel, no es muy recomendable que digamos… eso si no se están buscando experiencias para escribir una historia de suspenso, persecusión o terror.

En Arequipa habían dos intereses: el museo donde yace La Momia Juanita y el cañón del Colca.

El Museo Museo Santuarios Andinos de la Universidad Católica de Santa María era un Have To. El descubrimiento de la Momia Juanita y de todo su ajuar es algo vital para el conocimiento de la cultura inca y, en mi caso, para poder reconstruir todo aquel universo que ellos han creado.
No era posible sacar fotografía, pero pude adquirir un libro donde se detallan, en texto e imágenes las piezas que se exponen en el museo.

El cañon del Colca fue imposible de visitarlo porque requería de un tiempo del que no disponía, debía partir cuanto antes a Cusco y debí conformarme con las fotografías que viajeros y agencias cuelgan en internet, como la que se muestra a continuación:

La ciudad de Arequipa, en sí, guarda mucho de su época colonial y es conocida como la Ciudad Blanca, por sus construcciones hecha en piedra del color que ya has deducido.

La Isla del Sol

La Isla del Sol

Al otro día, salí para La Isla del Sol. A tres horas en barco de Copacabana descansa la Isla del Sol, y a 7km más, la Isla de la Luna. Para suerte de los viajeros, aquel día era festivo en la parte norte de la isla y todas las comunidades pertenecientes a esa región de la isla acudían con sus trajes típicos para danzar y celebrar.

Pero si Copacabana fue una experiencia espiritual, La Isla del Sol, se lleva los laureles. El solo hecho de que no exista transporte automotriz, ni carreteras que puedan soportarlo, es algo que nos devuelve en el tiempo. Y devuelve en el sentido estricto, el del vomito, el de la soledad, el de sentirse pequeño en el mundo, como una isla en medio de un gran lago, tanto que semeja un mar.

Ese es un gran escenario para una película. Y sino, miren el templo del sol, el templo que construyeron los antiguos habitantes en honor del astro rey. La ubicación, lo que se ve a través de sus pequeñas ventanas, el número de habitaciones, todo, cada detalle está pensado y está en sincronía con la isla, y en definitiva con el cosmos.

Quise ir a la Isla de la Luna, pero no hay barcos que lleven hasta allí… a menos que contrates uno privado que te cobra por cada asiento que no se utiliza. Entonces no fui 🙂

Tiwanaku

Tiwanaku

Luego de varias semanas fuera estoy de regreso, en Jujuy, Argentina. Desde aquí y con más calma vuelvo a la carga con la actualización del Docublog con todos los lugares que visité en mi viaje-investigación sobre la cultura incaica.

Luego de una estadía admirable en La Paz, viajé a un sitio donde los Incas llegaron, pero no fueron los primeros. El gran Imperio Puquina fue el que, según las teorías, integró todas aquellas regiones cercanas a Tiwanaku y cuyas obras arquitectónicas trascendieron el tiempo para llegar hasta nuestra actualidad.

Dicen de este lugar que fue un sitio sagrado, un lugar de peregrinación, no sólo de las culturas cercanas sino de todas las nacionalidades, colores y/o raza. Así lo demostrarían las vasijas con rostros orientales y africanos.

La obra arquitectónica se muestra majestuosa, secundada por las representaciones de la Pachamama o por el Dios Viracocha, que todo lo vislumbra desde la Puerta del Sol.
Dicen que miles de personas, aún siguen peregrinando a esa puerta, donde algunos llegan a descubrir las claves para vivir una vida mejor, o encuentran, por fin, su lugar en el mundo.

Lo que sí puedo asegurar es que es un lugar que hace pensar, reflexionar sobre las cosas grandiosas que el ser humano puede llegar a hacer con tan solo proponérselo.