Luego de varias semanas fuera estoy de regreso, en Jujuy, Argentina. Desde aquí y con más calma vuelvo a la carga con la actualización del Docublog con todos los lugares que visité en mi viaje-investigación sobre la cultura incaica.

Luego de una estadía admirable en La Paz, viajé a un sitio donde los Incas llegaron, pero no fueron los primeros. El gran Imperio Puquina fue el que, según las teorías, integró todas aquellas regiones cercanas a Tiwanaku y cuyas obras arquitectónicas trascendieron el tiempo para llegar hasta nuestra actualidad.

Dicen de este lugar que fue un sitio sagrado, un lugar de peregrinación, no sólo de las culturas cercanas sino de todas las nacionalidades, colores y/o raza. Así lo demostrarían las vasijas con rostros orientales y africanos.

La obra arquitectónica se muestra majestuosa, secundada por las representaciones de la Pachamama o por el Dios Viracocha, que todo lo vislumbra desde la Puerta del Sol.
Dicen que miles de personas, aún siguen peregrinando a esa puerta, donde algunos llegan a descubrir las claves para vivir una vida mejor, o encuentran, por fin, su lugar en el mundo.

Lo que sí puedo asegurar es que es un lugar que hace pensar, reflexionar sobre las cosas grandiosas que el ser humano puede llegar a hacer con tan solo proponérselo.

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