Los Incas, Israel y el resurgimiento de los Andes

Los Incas, Israel y el resurgimiento de los Andes

Tel Aviv, Junio 2012. Uno de los momentos más importantes para el proyecto.

Si bien hace tiempo veníamos hablando con la Dra. Eliane Karp sobre las diferentes posibilidades de llevar adelante este proyecto, fue hasta esta fecha cuando pudimos encontrarnos personalmente. La sorpresa sería aún mayor cuando el mismísimo expresidente de la República de Perú, Alejandro Toledo, saliera a recibirnos en esta reunión que pronto dejó de serlo para convertirse en un encuentro. Un encuentro de admiradores del conocimiento ancestral andino, con ganas de difundir una historia que ha permanecido adormecida durante siglos, con el entusiasmo de poder y querer hacer algo por una cultura ignorada pero no vencida, con la necesidad imperiosa de devolver a los pueblos de los Andes su identidad y su dignidad o por lo menos aportar un granito de arena en esta labor.

Para los que no la conocen, la Dra. Eliane Karp de Toledo es una antropóloga y economista de gran prestigio. Actualmente se desempeña como profesora en el Instituto de Iberoamérica de la Universidad de Salamanca, en el Centro de Estudios Avanzados para las Ciencias del Comportamiento, Universidad de Stanford, en la Pontificia Universidad Católica del Perú, y en la Universidad George Washington.

¿Por qué es importante la participación de Eliane?

Porque desde el inicio de este proyecto se ha querido tener cierto rigor científico a la hora de recrear el “universo” de los Incas. ¿Fue o no fue un imperio? ¿Cuáles fueron las causas de su caída? ¿Cómo se cuenta la historia? ¿Tenemos el punto de vista de los vencidos? Muchas preguntas para Eliane quien ya se encuentra leyendo el guión y trabajando en estos puntos que fortalecerán al proyecto de manera increíble.

Por su parte el Doctor Alejandro Toledo, ha sido presidente de Perú desde el 2001 hasta el 2006 y sus más de 65 doctorados en diferentes universidades del mundo hablan por sí mismos.

Pero una cosa que impacta más que estos créditos, cuando se conoce al Dr. Alejandro, es su historia de vida. Podría decirse que nació como el 35% de la población peruana, bajo una situación de pobreza. Podría haber sido uno más de las frías estadísticas, pero su carácter lo llevó a convertirse en el primer presidente indígena de Sudamérica (Se me viene a la cabeza Benito Juárez, pero él habría sido el primer presidente indígena de Latinoamérica). Creo que este hecho es un mensaje de vida, de optimismo, de esperanza para todos los jóvenes, hombres y mujeres andinos. Es un mensaje que grita a todas voces que el tiempo de la autodeterminación de los pueblos indígenas ha llegado… para quedarse. Habría mucho más que decir sobre el Dr. Alejandro pero rescato sus últimas palabras de nuestro encuentro: “me interesa que este proyecto tenga éxito”.

Con la participación de estas dos personas claves el proyecto toma una nueva dirección. ¡Bienvenidos!

Por supuesto, no dejo de agradecer a un gran amigo, Ophir Levy, quien al margen de títulos o roles, se encuentra apoyando al proyecto de manera incondicional desde sus orígenes…

 

Rectificar es de sabios

Cuando empecé la investigación de este proyecto, hace 8 años aproximadamente, llegué a la conclusión de que no se había rodado ninguna película épica en quechua. En aquel momento profundicé mis estudios en películas bolivianas y peruanas, y descubrí a directores como Jorge Sanjinés, Antonio Eguino, Federico García Hurtado, entre otros, y al recientemente fallecido Luis Figueroa. Tuve la suerte de conocer a Luis Figueroa, con quien nos encontramos el año pasado en Cusco. Compartimos un momento imborrable en una cafetería de «artistas», cerca de la Plaza de Armas. Allí conocí, de primera mano, los pormenores del rodaje de su film Kukuli, la primera película rodada enteramente en quechua.

Allí comenzaron mis sospechas sobre si éstas películas no serían también épicas, de alguna manera. Un tipo de «épica» diferente a las de Hollywood.

Volviendo al tiempo presente, hace unas semanas, tuve la oportunidad de mantener una serie de conversaciones con la prestigiosa productora peruana Pilar Roca. Para mi sorpresa, Pilar es la compañera «de vida» y de trabajo del director Federico García Hurtado. Juntos han realizado películas dignas de pasar al catálogo de películas famosas de la historia del cine. Quizás, la película más re-conocida (y premiada) de Federico, a quien a veces llaman Fico, es Tupac Amaru.

Pero hay muchas otra películas en su filmografía. Un ejemplo que quiero destacar es Laulico. Una mezcla entre la cosmovisión andina, o su reminiscencia, y su inserción en el mundo «moderno». Sólo alguien que conoce de cerca esta cosmovisión es capaz de retratarla con tanto detalle.

¿Cómo es posible no considerar a estas películas como épicas?

No es posible. Por ello, he decidido cambiar este ítem en la definición del proyecto El Imperio Inca.

ANTES: Porque sería la primera película épica dialogada en QUECHUA.
AHORA: Porque queremos colaborar con la difusión del QUECHUA como una lengua vigente en los Andes.

¡Eso es! Queremos ser un granito de arena en la tarea que muchos historiadores, artistas, científicos, lingüistas, y muchas personas más, vienen llevando a cabo desde hace tiempo.

No es intención de este proyecto dictaminar ningún tipo de verdad y si algo debe ser corregido y tiene sustento, apelo al título de este artículo: Rectificar es de sabios.

Agradezco las palabras de Pilar Roca y su tiempo. Y agradezco a todos los que van haciendo crecer a este proyecto.

 

Escribir es Reescribir

Escribir es Reescribir

Un día “el productor” se me acercó y dijo: “Es muy largo”.
Lo curioso es que yo sabía perfectamente a lo que se refería. La versión del guión que él había leído constaba de 140 páginas. Si el formato del guión estaba escrito cumpliendo ciertos estándares, eso se podía traducir en aproximadamente 140 minutos. Más de dos horas de película y ni hablar de la cantidad de material a rodar.

“Es muy largo” me dijo y comentamos el esfuerzo que supone realizar una película como esta y que no valía la pena añadir un esfuerzo extra.
Desde entonces, hace un mes aproximadamente, comencé a trabajar en la nueva versión. Para muchos autores esto supone un suplicio, ya que llegan a amar tanto su obra que no saben por dónde cortar. Reconozco que según la obra, esta tarea puede volverse más o menos titánica, pero todo se simplifica cuando la historia es clara y los objetivos concretos.

No suelo enamorarme perdidamente de mis guiones, quizás porque no los veo como un producto. Para mí un guión es un proceso que sólo acaba cuando la película está en los cines, o en la ventana de distribución que corresponda.

Y exprimiendo más, con las nuevas tecnologías, ahora, es posible desarrollar historias cuyo guión nunca terminará de escribirse. Es una nueva manera de contar historias, pero no nos alejemos del tema.

Este proceso de reescritura no es sólo replantearse la estructura y los personajes. No seré el primero en descubrir esa sensación de “¿esto lo escribí yo?” al leer algo que se ha creado anteriormente. Y entonces llegan las alegrías… y las decepciones. Considero que el autor debe ser autocrítico en pos de una obra mejor. Cuando una escena emociona al leerla y es adecuada para todo el conjunto, entonces hay que dejarla. Pero si hay diálogos superfluos, escenas vacías, personajes planos, sobra decir que hay que reescribir.
Aún cuando se haya intentado seguir alguna estructura dramática (de tres actos u otra), se haya pensado el objetivo del personaje, el poder del antagonista y los mil y un consejos que dan los eruditos, siempre, siempre habrá que reescribir.

Porque el guión es algo orgánico.

Y como todas las cosas orgánicas, debe crecer, madurar. Y el guión de EL IMPERIO INCA – LOS HIJOS DEL SOL, no es la excepción. Tras un mes de intenso trabajo, he reducido el guión de 140 páginas a 98. ¿El resultado? Yo feliz.
La historia no sólo se ha consolidado sino que las características propias de los personajes se han fortalecido. Es por eso que no hay que temerle a la reescritura, aunque en la mitad del camino uno siente que lo ha destruido todo.

Una nueva etapa vendrá dentro de un tiempo, luego que tres profesionales del sector hayan leído y emitido su crítica sobre esta nueva versión. No puedo poner sus nombres por ahora, pero si me lo autorizan, les aseguro que cada uno de ellos tendrá un post 😉

Mientras tanto, para los más curiosos, para los que quieren aprender, o para los que quieren reforzar sus conocimientos les invito a visitar mi MANUAL DE CINE.

Este “manual” es una especie de recopilación de teorías, consejos, sugerencias y demás hierbas, que ayudan al desarrollo de una obra audiovisual. Obra, que al ser hecha manual-mente (con las manos), se vuelve “artesanal”.

e-kamaq Videogame Studios

e-kamaq Videogame Studios

A principios de año se anunciaba el desarrollo de un videojuego sobre los incas. Como parte del proceso, la empresa jujeña e-kamaq Videogame Studios (http://e-kamaq.com/), ha sido creada y actualmente se trabaja en:

1) Diseño Corporativo de la Empresa (logo, web, blog, etc.)

2) Diseño del Videojuego. Sin poder dar más detalles, anuncio que el nombre del videojuego será INCA FORTRESS.

Cuando se inaugure la página web  de e-kamaq volveremos sobre este tema donde nos interesaremos en el nombre (de origen quechua) y algunos detalles del videojuego. ¡Hasta entonces!