El Wanacauri es un Apu, un cerro sagrado, situado en la cercanías de Cusco.
Maykon, un gran amigo, también director de cine, cusqueño, me invitó a la ceremonia que año a año se realiza en aquel lugar donde los Incas solían enviar al príncipe que debía realizar los rituales sagrados para convertirse en el Sapac Inca, el rey de las cuatro regiones del mundo.

Salimos por la noche, en un camión y tras una hora de viaje, mas o menos, subimos hasta más de 4000 metros. La altura se hacia notar. A pesar de mis genes andinos, mi temporada viviendo al nivel del mar, había hecho mella en mi resistencia a las alturas. Tampoco ayudó el hecho de que no tuviésemos una tienda de campaña (carpa) y tuvimos que improvisar con una gran plástico, pra cubrirnos del frío.

Al otro día, como si el frío nocturno nunca hubiese existido, comenzó la ceremonia que consistía en la representación de una de las leyendas sobre el origen de los incas: La leyenda de los hermanos Ayar.

En ese momento me sentí muy agradecido a Maykon; era como ver la antesala de la película. Todo se estaba preparando en la forma y el orden correctos. Sentí confianza, en el universo, en el tiempo.
Algo me decía que hay cosas que suceden inevitablemente, por más difíciles que parezcan.

Gracias amigo Maykon!

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