Tras las visitas de rigor, INCAA incluído, y encontrarme, curiosamente, con Daniel Antón, un amigo sevillano que estaba de gira por Argentina también, fui invitado a la casa de unos grandes amigos, hermanos espirituales se podría decir: Ale Reymundo y Gabi Gutierrez.

Sus historias de vida no entrarían en un post, ni en un blog… son la experiencia misma de los que deciden buscar un camino hacia el aprendizaje amoroso. ¡Y lo están consiguiendo!
Ahora dedican gran parte de su tiempo a talleres, ceremonias y terapias. Para los que quieren saber dónde han «estudiado», «etc», «etc», copio la info que han puesto en su página:
Gabriela Susana Gutierrez (Rueda Medicinal)
Alejandro Omar Reymundo (Munay Ki)

Pueden ir a la página visitando este link.

Curiosamente, ¿COINCIDENCIA?, aquel sábado 13 de agosto hacían una rueda ceremonial y el primer encuentro de Munay Ki. Antes de comentar la experiencia permítanme copiarles otro pedacito de info:

Munay-Ki es el conjunto de los nueve grandes ritos de iniciación de la tradición de medicina energética de las Américas. La palabra Munay-Ki significa “Te Amo” o “Sé Como Tú Eres» y representa los nueve portales que sanan y transforman nuestro campo energético luminoso en el de Homo Luminous. Las antiguas profecías de las Américas hablan de la aparición de un nuevo ser humano sobre el planeta: aquél que vive libre de miedo y reside en su naturaleza trascendental.

El grupito era hermoso, todos seres con ganas de hacer de esta realidad algo maravilloso, con ganas de desprenderse de viejos esquemas, de abandonar miedos absurdos, caducos, siete personas con ganas de RECORDAR que somos seres de luz. Recibimos los dos primeros rituales.

Luego degustamos una comida exquisita, preparada por las mismas manos de Ale. Es que cuando se nace artista es así 😉

Y aquí viene lo loco, jeje: tras Gabi consultar a los «sanadores» que «nos visitaban», Ale y yo continuamos con todos los ritos!!! Nueve ritos en una sola noche. La energía era abrumadora. Nuestros cuerpos físicos apenas respondían, pero estaba claro que nos movíamos en otras dimensiones, en algún lugar diferente, o quizás el mismo pero con otra percepción. Son de esas cosas que la razón no puede explicar, o por lo menos no todavía.
Así recibí la iniciación del Munay Ki y obtuve mi Piedra Pi:

Esta piedra la llevo conmigo cada vez que quiero recordar mi misión en el mundo: SER FELIZ !!
Y en ese camino estoy, y agradezco a los compañeros de viaje, Ale, Gabi y tantos otros que de un modo u otro sabemos encontrar el modo de unirnos, o re-unirnos.
Gracias también a los dos pequeños maestros Sonko y Sebas, que desde su inocencia nos muestran gran sabiduría.

Feliz viaje para todos, con mucho Munay Ki !!!!

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