por Adrian | Ago 9, 2011 | viaje
Luego de leer mi Lonely Planet (esta empresa no patrocina El Imperio Inca, jeje) tomé el próximo bus hacia Urubamba. Era tarde, pero sería llegar y dormir.
Llegué a la terminal y la verdad que el pueblo tiene su encanto, además era día de fiesta (como casi todo junio en Cusco) y la gente del lugar estaba animada y paseaba por las calles. Disfruté por un momento del pueblo y comencé a buscar un alojamiento. Ahí es donde las recomendaciones de la “Lonely” fallaron. Según la afamada guía Urubamba estaba en crecimiento y se podía encontrar alojamiento con facilidad. ¡Una m…!
Luego de varias horas dando vueltas por el pueblo encontré un sitio, aunque tengo que aceptar que dormí encima de la cama y con la ropa puesta.
Al otro día fui a visitar palacio de Huayna Capac, el padre de Atahualpa y Huascar, los protagonistas de nuestra peli.
Sin encontrar otra razón para quedarme tomé el bus hacia Ollantaytambo.


por Adrian | Ago 8, 2011 | viaje
Pisac se encuentra a 33km de Cusco aproximadamente. Se puede ir de muchas maneras al pueblo, pero ir a las ruinas es una ruina. 🙂
Esto es así porque el único modo de ir en taxi, y a pesar de no ser demasiado lejos, cobran como si fuese un viaje de kilómetros y kilómetros. También se podría ir caminando pero estamos hablando de algunas horas de caminata.
Eso sí, cada Sol gastado vale la pena. Lo que se ve cuando uno llega a la punta de la montaña es algo como esto:

Lo que más sorprende es el tamaño de los andenes. Fíjense que en la parte inferior de la imagen hay algunas personas, tan pequeñas que es difícil reconocerlas. Fueron un tipo especial de andenes, por lo común son mucho más pequeños.

Recorriendo el sitio, uno se va transportando en el tiempo. Incluso hay un túnel por el que hay que atravesar (algo común en el pensamiento inca), túnel que bien puede significar el paso de una situación a otra, de un estado a otro, de la materia a la energía.
En la parte alta se supone era el centro militar, en la parte del medio, la residencia sacerdotal y lugar de ritos sagrados:

Es impresionante el detalle de la unión de las piedras algo que caracteriza el trabajo de los pedreros incas.

Y finalmente en la parte baja, estaba la residencia de la clase baja y, por supuesto, más andenes de cultivo.

No quiero terminar este post sin contar que en estas ruinas, me perdí, LITERALMENTE. Quizás fue tanta la emoción, quizás mi mente navegaba en composiciones fotográficas que podrían funcionar en la película, quizás al atravesar el túnel fui transportado a otro tiempo del terrestre… pero cuando me di cuenta estaba oscuro y perdido. Habían varios caminos que seguir pero apenas se podía ver. A lo lejos se divisaba la ciudad y decidí inventar mi propio camino, pero esta vez no funcionó. Llegué al final de la montaña que se cortaba abruptamente. Por suerte caminaba despacio y pude ver el fin en el acantilado. Unos pasos más y habría vuelto a casa en pedazos. Volví, preocupado. ¿Y si aparecía un puma? ¿Le serviría de cena? Pero cuando uno tiene que hacer una película, el universo acude en su ayuda. Decidí caminar hacia un lugar, sin expectativas, sólo por caminar. Me sentía perdido cuando algo me trajo a la realidad: un cactus con espinas de 30 centímetros. El dolor me provocó risas. Estaba loco. Reía en medio de unas ruinas, bañado por la débil luz de las estrellas y la luz de Pisac a lo lejos… Seguí andando, esta vez riendome de mí mismo y de la situación. Y encontré el camino. Ah qué fácil. Y así llegué al pueblo de Pisac a altas horas de la noche… cuando todos sus habitantes dormían lejos de ruinas y espinas de cactus…

por Adrian | Ago 8, 2011 | viaje
Tambomachay significa en runa-simi (quechua) lugar de descanso. Y como su nombre lo indica no precisa más aclaración. Está compuesta de una serie de acueductos y canales, y cuentan que las dos ultimas fuentes son tan precisamente iguales que si uno pone una botella en cada fuente, ambas se llenan al mismo tiempo.

Al frente de Tambomachay en diagonal se encuentra un Pukara: Pukapukara. Es una construcción militar que podría traducirse como Fortaleza Roja. (Puka: rojo, Pukara: Fortaleza)

Son dos lugares que se pueden visitar en una mañana y vale la pena. En Tambomachay suelen ponerse algunos vendedores a vender artesanías… muchas de ellas, verdaderas obras de arte.
por Adrian | Ago 8, 2011 | viaje
Tras recorrer brevemente la capital de los incas, y como sabía que iba a volver días más tarde, decidí partir inmediatamente al valle sagrado. El Valle Sagrado es la denominación de un corredor que reúne a varios pueblitos cercanos a Cusco y que tienen una importancia arqueológica considerable.
Cusco sabe gestionar su actividad turística y por lo tanto abunda la información turística, y los mapas:

El primer lugar que visité fue Qenqo. Muy cerquita de Cusco, 4km, tanto que se puede ir en taxi. En este sitio arqueológico llama la atención una especie de anfiteatro con hornacinas dispuestas en semicírculo. Los que saben, acuerdan que la utilidad de este sitio era netamente religioso.

Allí mismo, se puede visitar una caverna semicircular y semi artificial; posee una mesa o altar donde se realizaban ritos sagrados. Lo que sorprende es la capacidad de los incas para integrar sus obras en la naturaleza ¿o visceversa?

por Adrian | Jul 26, 2011 | viaje
Si había algún lugar al que tenía que llegar era Cusco. La capital del Imperio Inca.

En este preciso lugar se erguían los palacios de los emperadores incas, de los fundadores de las dinastías que gobernaron el imperio de las cuatro regiones: El Tawantinsuyu.

Pero aquellos edificios, donde las piedras de las construcciones incas parecen hablar, parecen querer salirse de su encierro para contar hasta el origen del universo, fueron convertidos en tiendas comerciales. No me imagino al gran Inca Pachacutec viendo sus habitaciones transformadas en lugares de exposición de productos para la venta. Pero así es el ciclo del mundo, el tiempo y su eterno retorno.
Aún así, muchos muros se conservan tal como hace más de 500 años y hoy podemos disfrutar de estas maravillas que, en la actualidad, siguen siendo un misterio para la ciencia: ¿Cómo pudieron construir esos muros con tanta precisión? ¿Cómo tallaron las piedras para que encajen de tal manera que ni una hoja de afeitar puede introducirse entre las uniones?

Los caminos que intentan responder estas cuestiones son todos válidos. Yo debía encontrar la mía. A pesar de mis investigaciones bibliográficas nunca pude hallar una respuesta satisfactoria. Algo había oído sobre las «piedras de barro», pero nunca con tanto detalle. Mientras muchos tratan de explicar cómo trasladaron las piedras de una montaña a otra, algunos lugareños hablan sobre sus antepasados y explican que los incas eran capaces de «ablandar la piedra». Aparentemente existe o existía una planta con la cual los hatun-runa podían modelar la piedra a modo de arcilla. ayudados por placas de metal podían dar a la piedra cualquier forma… el límite era la imaginación!
Recrear este tipo de paredes será una tarea faraónica, pero ya estamos mano a la obra!!! Artistas humahuaqueños investigan la mejor manera de reproducir este trabajo tan preciso.

Mientras, les dedico esta poesía, que la misma piedra inspira:
Estático movimiento, oh serpiente de piedra,
no dejes de hablar en tus mudas paredes
no saltes del abismo hacia la tierra
permanece, oh roca, oh madre de madres.
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