por Adrian | Sep 9, 2011 | Arte, viaje
«Otra imagen había en forma de disco que cubría la rotonda exterior del edificio del Coricancha, que “era de oro finísimo, con gran riqueza de pedrería y puesto al oriente con tal artificio que, en saliendo el sol, daba en él, [y] como era el metal finísimo, volvían los rayos con tanta claridad que parecía otro sol” «((José de Acosta) en Garcilaso)
Una película sin este emplazamiento no sería una película sobre los Incas:
El Coricancha, o Qorikancha, es el templo principal del sol; Cori, en runa-simi(quechua), significa Oro, y Cancha, lugar o recinto.

Sobre las ruinas de este templo se ha levantado el Convento de Santo Domingo. Lo curioso es que durante mucho tiempo las paredes han permanecidos cubiertas con una especie de reboque blanco hasta que un terremoto no solo derrumbó la construcción colonial, sino que también hizo que el recubrimiento se viniera abajo, como si las paredes se hubiesen descascarado a fuerza de temblores.
Lo insólito es que las paredes construídas por los Incas no se derrumbaron. Ese es el conocimiento ancestral que sorprende, que emociona, que hace que hacer una película sobre esa cultura se vuelva más y más interesante.

Pero lo que nos interesa es el estado de este templo en la época del apogeo de esta civilización:
Según Garcilaso de la Vega, en sus Comentarios Reales, «fueron tan increíbles las grandezas de aquella casa que no me atreviera yo a escribirlas si no las hubieran escrito todos los españoles historiadores del Perú. Mas ni lo que ellos dicen ni lo que yo diré alcanza a significar las que fueron.»
Según algunas descripciones, el templo no tenía altar, sino una «parte principal» donde estaba la figura del sol. Supuestamente esta figura estaba hecha de una plancha de oro el doble de gruesa que las otras planchas que cubrían las cuatro paredes de la habitación principal. Esta figura estaba hecha con rostro humanoide, redondo y con sus rayos y llamas de fuego todo de una pieza. Era tan grande que tomaba todo el testero del templo, de pared a pared.
«Sobre la imagen o ídolo del Sol del Coricancha, conocido en lengua nativa como Punchau, se debe diferenciar dos tipos: uno que se guardaba en el interior y que era de forma humana “hecha de oro excepto el vientre que estaba lleno de una pasta de oro molido y amasado con las cenizas o polvos de los corazones de los Reyes Incas”. «(Bernabé Cobo).
«Otra imagen había en forma de disco que cubría la rotonda exterior del edificio del Coricancha, que “era de oro finísimo, con gran riqueza de pedrería y puesto al oriente con tal artificio que, en saliendo el sol, daba en él, [y] como era el metal finísimo, volvían los rayos con tanta claridad que parecía otro sol” (José de Acosta).

La techumbre era de madera muy alta, «por que tuviese mucha corriente; la cobija fue de paja, porque no alcanzaron a hacer teja». Todas las cuatro paredes del templo estaban cubiertas de arriba abajo de planchas y tablones de oro. No tuvieron los Incas otros ídolos suyos ni ajenos con la imagen del Sol en aquel templo ni otro alguno, porque no adoraban otros dioses sino al Sol, aunque no falta quien diga lo contrario.»(Garcilaso)


Algo majestuoso a recrear en la película es la siguiente imagen: a los lados de la imagen del Sol descansan los cuerpos embalsamados de los reyes Incas, puestos por su antigüedad, como hijos del Sol, cuyo tratamiento era como a un ser viviente, sentados en sus sillas de oro, y alimentados por sus mujeres y servidumbre.

Pude entrevistarme con la curadora del Convento de Santo Domingo – Qorikancha, Vera Tyuleneva, si tomar un zumo de naranja y un té de coca puede llamarse entrevista, donde le expuse la idea del proyecto y las necesidades del mismo. Vera se mostró entusiasmada y El Imperio Inca ya puede contar con su ayuda. Gracias Vera por tal disposición.
por Adrian | Ago 10, 2011 | viaje
Luego de hablar con Kiyoko Abarca, la Directora Producción, Desarrollo y difusión cultural de la Dirección Regional de Cultura de Cusco, fui a recorrer una vez más las calles de Cusco. En una de las paredes externa del Coricancha, publicaré otro post para describir este templo, descubrí esta magnífica fotografía.

Muchas veces tomar una fotografía no es “un componer” sino “un descubrir”.
Por cierto, Kiyoko se mostró atenta al proyecto y me explicó que debido a los cambios que se iban a producir en la política, por las últimas elecciones peruanas, toda decisión debía quedar pendiente hasta que se resuelvan las nuevas autoridades. Y en esa espera estamos… gracias Kiyoko por tanta atención.
por Adrian | Ago 10, 2011 | viaje
La semana antes del 24 de junio, Cusco se vistió de fiesta. O mejor dicho, se seguía poniendo de fiesta, más y más.
Era tanta la algarabía que por momentos me sentía perdido, ya ni sabía qué se estaba festejando. En un momento, por ejemplo, se celebraba la llegada de la Fibra Optica al Cusco y días más tarde el Corpus Christi. Y un día hasta habían dos fiestas en el mismo sitio. Fascinante!

Esta fiesta católica es una «evolución curiosa» de la ceremonia donde los Incas reunían a sus ancestros, las momias de los Sapac Incas, en la misma plaza donde hoy ya no reunen a esas mallquis(momias) sino a santos, santos católicos.
Si uno se deja llevar por la imaginación “retrospectiva”, uno claramente ve en los santos a las momias de los incas, desfilando por la plaza de Haucaypata, hoy llamada Plaza de Armas. Las momias se reunían y deliberaban sobre cómo había sido el año anterior y las cosas que debían modificarse para tener un año próximo mejor. Hoy los santos se reúnen y se los hace desfilar pero nadie delibera sobre el pasado o el futuro de los habitantes…
Otra cosa que llamó muchísimo mi atención fue la autenticidad de una niña cusqueña. Hay comunidades donde se mantienen las tradiciones en lo que respecta a música, trabajo y, como no, textiles. Miren el vestuario de esta niña y podrán apreciar el trabajo de los pueblos originarios de sudamérica.

Y lo anterior me sorprendió por la autenticidad, pero sin dejar de hablar de vestuario, habían vestimentas para todos los gustos. Uno que resaltaba ante la multitud era la de esta joven disfrazada de “diabla”. Eso sí, sólo era una disfraz.

Y por supuesto, una fiesta sin comida no es una fiesta. Miles de preparaciones culinarias están a disposición de la gente que acostumbra a comerlas para esas fechas y, como no, para los turistas atrevidos que desean probar toda clase de recetas ajenas a su paladar. Probé muchas cosas pero me negué a comer a este animalito que más bien parece una mascota que un animal de consumo: los cuies. Ya en la época de los incas solían consumirlo de esta manera y es algo que ha perdurado en el tiempo, por más de 500 años. Aún así, no me animé… ustedes podrían?

por Adrian | Ago 10, 2011 | viaje
El Wanacauri es un Apu, un cerro sagrado, situado en la cercanías de Cusco.
Maykon, un gran amigo, también director de cine, cusqueño, me invitó a la ceremonia que año a año se realiza en aquel lugar donde los Incas solían enviar al príncipe que debía realizar los rituales sagrados para convertirse en el Sapac Inca, el rey de las cuatro regiones del mundo.
Salimos por la noche, en un camión y tras una hora de viaje, mas o menos, subimos hasta más de 4000 metros. La altura se hacia notar. A pesar de mis genes andinos, mi temporada viviendo al nivel del mar, había hecho mella en mi resistencia a las alturas. Tampoco ayudó el hecho de que no tuviésemos una tienda de campaña (carpa) y tuvimos que improvisar con una gran plástico, pra cubrirnos del frío.
Al otro día, como si el frío nocturno nunca hubiese existido, comenzó la ceremonia que consistía en la representación de una de las leyendas sobre el origen de los incas: La leyenda de los hermanos Ayar.

En ese momento me sentí muy agradecido a Maykon; era como ver la antesala de la película. Todo se estaba preparando en la forma y el orden correctos. Sentí confianza, en el universo, en el tiempo.
Algo me decía que hay cosas que suceden inevitablemente, por más difíciles que parezcan.

Gracias amigo Maykon!
por Adrian | Ago 10, 2011 | viaje
A pesar de que estaba disfrutando Lima como un verdadero turista, tuve que hacer acopio de fuerzas y no perder de vista la dirección de mi trabajo. Dejé de vagabundear por los paseos de la costanera y me contacté con Gustavo Saavedra.
Fue curioso, porque llegué a Gustavo buscando a Delia. Delia García fue la directora de producción de La teta asustada (nominada al Oscar por mejor película extranjera), la película de Claudia Llosa. Gracias a Gustavo Saavedra, quien también es parte de la productora El Directorio, logramos reunirnos e intercambiamos ideas, opininiones y un café 😉
Días más tarde les enviaría el guión y en estos precisos momentos se encuentran leyéndolo.
Leer un guión con la vista puesta en la realización, imaginándose cómo será la factura final de una película no es tarea fácil. Les deseo a mis amigos, la mejor de las lecturas 😉
Al otro día visité el Barrio Chino, curioso distrito en el corazón antiguo de Lima.

Hice un último recorrido por la plaza principal del casco antiguo y descubrí una maravilla, que quizás más ciudades andina podrían imitar: sembraron plantas autóctonas en las plazas. Me quedé maravillado ante la flor de una planta que suelo comer con frecuencia, por sus características nutritivas: la quinoa. Sus flores, una belleza exquisita.

por Adrian | Ago 10, 2011 | viaje
Este museo era digno de ser escrito en un post separado. No por la carga erótica(ya lo verán más adelante), sino por el trabajo que la familia Larco viene haciendo por la recuperación y manutención de la cultura incaica.
Es el único museo que visité donde te dejan pasar al depósito, y allí admirar las, literalmente, miles y miles de piezas que en otrora construyeran los pueblos precolombinos.

Y por supuesto, algo digno de rescatar es la colección de Huacos eróticos del museo. Para muchos autores la sexualidad de los incas estaba vinculada a la fertilidad, pero como dice Amelia Die, quizas había otro motivo.:
«Se hace difícil concluir que tal cerámica fuera simple pornografía –escribe Nigel Davis—. Por otra parte, si estas escenas son consideradas en un contexto religioso o ceremonial, estarían lógicamente relacionadas con la noción de fertilidad, pero si fuera este el caso, ¿por qué tantas vasijas representan el coito anal?»

Hay muchas dudas sobre este tema pero lo que está claro es que los incas representaban en sus vasijas momentos, reales o imaginarios, que creían importantes.
Un último guiño sobre estos huacos tan interesantes y que de momento se presentan divertidos:

por Adrian | Ago 10, 2011 | viaje
Al volver del Valle Sagrado partí inmediatamente hacia Lima, la capital de Perú. Con una población de unos 7 millones de habitantes, Lima se levanta como una ciudad metropoli. Sus calles, su infraestructura, su sofisticación, todo respira modernidad en Lima.
Pero una modernidad que no desplaza a las tradiciones, sino que fusionan, se funden en trajes y bailes que resaltan ante el gris del clima limeño.

En Lima visité el Museo Nacional de Antropología, Arqueología e Historia, donde los textiles y las cerámicas precolombinas iban a ser objetos de estudio para la película. Afortunadamente en este museo era posible sacar fotografías por lo que adquirí gran material para la realización. Una de las cosas que más llamó mi atención fueron los kipus, cuyo número de elementos son limitados y eso dificulta el estudio de los mismos. Aún así, estos testigos del tiempo serían considerados hoy en día como un sistema de registro de fechas, números e historias. Los incas tendrían una gran biblioteca de kipus, toda su historia, cosmovisión, relatos, etc. Pero todo fue quemado por los inquisidores y con ello perdimos gran parte de una información, hoy, irrecuperable.

Algo fuera de contexto y cuya existencia nadie puede explicar con certeza, ni los científicos, es este huaco con definidos rasgos asiáticos. ¿Cómo es posible que esta pieza pertenezca a una época donde se supone que los incas no tenían contacto con otras civilizaciones? ¿O será que no sólo mantenían contacto sino un importante mercado de intercambio de bienes?

por Adrian | Ago 10, 2011 | viaje
Hoy quería comentar una anécdota que me pasó con mis amigos peruanos y que, quizás, puede servir de aprendizaje a los que todavía no saben cómo se pronuncia el nombre Machu Picchu. En mi ignorancia, pronunciaba estas palabras como siempre las escuché, esto es: machu pichu. Pero resulta que en el quechua, se da importancia a esa «c» que pasa desapercibida por el lector foráneo.
Así es como, tras algunas burlas, siempre en el buen sentido y con respeto, llegué a saber que la correcta pronunciación de Machu Picchu, sería algo así como Machu Pijchu.
Tras llegar a la entrada principal, uno debe caminar unos 10 minutos hacia arriba y lo primero con lo que se encuentra es:

Pero además del pico de Machu Picchu, existe otro llamado Wayna Picchu, donde sólo dejan entrar a 400 personas, por razones de seguridad. Por ello, estar temprano es algo recomendable si se quiere visitar este otro pico. Y ahí estaba yo, entre los 20 primeros, a las 6:45 de la mañana. En la siguiente imagen se muestra el Wayna Picchu, es el más alto…

O lo que es lo mismo, es el pico que representa la nariz del gran perfil humano:

Impresionante, ¿no?
Las vistas desde el Wayna Picchu son increiblemente bellas. El esfuerzo que requiere subir hasta ese pico es enorme, pero realmente vale cada caloría gastada en ello. En la punta, uno puede sentarse a divisar el valle sagrado o simplemente llenarse de sol, de energía, de «ganas».

Por debajo, se tiene una visión general de toda la ciudadela del Machu Picchu. Observen las particularidades, tal como que a la derecha solo existe un enorme acantilado, por lo que el único acceso era por la parte frontal de la ciudadela.

De regreso del Wayna, uno se sumerge entre las habitaciones incaicas, sitios que pertenecieron a reyes incas, a princesas del sol, a sacerdotes, a campesinos, a ¡tantas personas! Y en medio de esas habitaciones se levantan majestuosos los templos del sol y de la luna.

Un clima hermoso, pleno invierno y teníamos que andar con remeras (camisetas). La vegetación es especialmente agradable y la armonía que se respira es verdaderamente mágica… eso sí, hasta antes de las 11am; luego se llena de turistas y la sensación no se aleja de estar dentro de los shopping centers más concurridos.
por Adrian | Ago 9, 2011 | viaje
Aguas calientes es el último pueblo antes de subir a Machu Picchu. Para los viajeros que buscan cuidar la economía, viajar desde Ollantaytambo hacia Aguas Calientes es más barato que ir directamente desde Cusco. Eso sí, los precios son en dólares y todo, absolutamente todo, está pensado para el turismo.
De hecho Aguas calientes parece un pueblo ficticio, todas las casas son Restaurantes u Hosterías. Pero vale la pena, si uno sabe que para ir a Machu Picchu es mejor salir a primera hora de la mañana…es decir 5:30am, cuando sale el primer autobus. Sí, has leído bien. Uno debe tomar un bus que te lleva hasta la entrada al centro arqueológico, y también te cobran en dólares.
Pero nos quedemos un poco en Aguas Calientes. Ese mismo día que estuve allí, Iña presentaba una colección de ropa realizada con elementos reciclados. Fue una experiencia novedosa y para la gente del lugar, todo un espectáculo. Algunos reían, otros miraban sorprendidos, pero lo que nadie duda es de la importancia del reciclaje.

Y por supuesto, tenía que sacarme un foto con las modelos 😛

por Adrian | Ago 9, 2011 | viaje
A 3500msnm se encuentran los restos arqueológicos de Moray. De apariencia de un anfiteatro, en realidad Moray es un conjunto de andenes para experimentación genética. Allí los incas, pacientemente, adaptaban las especies que se cultivan a bajas alturas hasta lograr que puedan ser cultivadas a alturas más elevadas. ¿Increíble?

Para decirlo más científicamente, los andenes producían un gradiente de microclimas que permitía la experimentación de cultivo con diferentes condiciones de altura y climatología.

Finalmente, cabe resaltar la originalidad de las escaleras incaicas. Lejos de ser un conjunto de escalones apilados uno sobre otro, las escaleras incas son piedras que sobresalen de las paredes…y eso es todo. Eso sí, lo de la seguridad del pasamanos era totalmente desconocido 🙂
El acceso al centro de los andenes circulares era, y es, el único modo de bajada y subida.

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