EL VALLE SAGRADO, Ollantaytambo

EL VALLE SAGRADO, Ollantaytambo

Ollantaytambo es el escenario perfecto para El Imperio Inca. De una arquitectura exquisita, sorprenden sus andenes, sus almacenes, y cómo no, los monolitos de piedras gigantes. Era un centro importante para los incas, desde donde podían mantener bajo control a todo el valle sagrado.
Las primeras incógnitas siempre vienen cuando nuestra mente no puede explicar un hecho, y otra vez vuelve el tema del tamaño de las piedras. ¿Cómo hicieron para llevar esas rocas hasta la punta de la montaña? Y en mi caso, se sumaba el hecho de ¿Cómo reproducir esto en una película?

Los andenes también son espectaculares, lo que demuestra que la agricultura era una de las cosas más importante del imperio.

La cosecha, lo que correspondía al «estado» y que volvía en forma de dádivas o de «rescate» cuando algún suceso extraordinario sucedía, se almacenaba en unas habitaciones que podían mantener los productos por decenas de años, literalmente.

La planificación de la ciudad era alucinante. En muchos lugares solo quedan los cimientos, pero se puede apreciar que cada cosa tenía su lugar en el mundo de los incas.

Si se decide entrar en co-producción con Perú, seguramente este sitio estará entre la lista de las locaciones donde se filmará El Imperio Inca.

EL VALLE SAGRADO, Urubamba

EL VALLE SAGRADO, Urubamba

Luego de leer mi Lonely Planet (esta empresa no patrocina El Imperio Inca, jeje) tomé el próximo bus hacia Urubamba. Era tarde, pero sería llegar y dormir.
Llegué a la terminal y la verdad que el pueblo tiene su encanto, además era día de fiesta (como casi todo junio en Cusco) y la gente del lugar estaba animada y paseaba por las calles. Disfruté por un momento del pueblo y comencé a buscar un alojamiento. Ahí es donde las recomendaciones de la “Lonely” fallaron. Según la afamada guía Urubamba estaba en crecimiento y se podía encontrar alojamiento con facilidad. ¡Una m…!
Luego de varias horas dando vueltas por el pueblo encontré un sitio, aunque tengo que aceptar que dormí encima de la cama y con la ropa puesta.
Al otro día fui a visitar palacio de Huayna Capac, el padre de Atahualpa y Huascar, los protagonistas de nuestra peli.
Sin encontrar otra razón para quedarme tomé el bus hacia Ollantaytambo.

EL VALLE SAGRADO, Calca

EL VALLE SAGRADO, Calca

Una experiencia chamánica. Hace unos años conocí a Pío, un psicólogo que desde pequeño había aprendido a realizar ceremonias ancestrales. Nuestro primer encuentro se produjo en Barcelona, y gracias a Bernadette, una amiga alemana, tuve la posibilidad de contactarlo en Cusco.
Como si hubiese estado planeado por el universo, el mismo día que lo fui a ver, él estaba saliendo para realizar una ceremonia con unos chicos que le esperaban en Calca. Así que tuve que pensarlo un ratito, y me fui con él.
Una vez allí, encontré a una chica que hablaba español con acento francés y un chico al que le estaba prohibido pronunciar palabra alguna. Una especie de terapia, voto de silencio. Ellos llevaban haciendo varias ceremonias… ese es el verdadero trabajo interior.

Comenzó la ceremonia y tras algunas visiones «menores», dos hechos pasaron bajo el efecto de la ayahuasca. Se me apareció una pareja de reyes incas, el detalle de sus vestidos era simplemente impresionante. Sin decir palabra me invitaron a sentarme al lado de ellos y desde la punta de la montaña veía todo Cusco a mis pies. Era una invitación a divisar aquel paisaje, sentado al lado de dos ancestros importantísimos. Pío me comentaba que los «cuidadores» de esas tierras estaban de acuerdo con el proyecto de hacer una película sobre ellos… qué más podía pedir!?
Esa misma noche, sería tragado por una enorme serpiente, lo que significa, según la gente del lugar, una gran curación.
Les comparto una imagen que mas o menos intenta retratar la sensación de como la serpiente te va, literalmente, comiendo. Es una pintura de Alejandra Baiz y se títula Warmi Kuraini, que en quechua quiere decir Mujer curandera.

EL VALLE SAGRADO, Pisac

EL VALLE SAGRADO, Pisac

Pisac se encuentra a 33km de Cusco aproximadamente. Se puede ir de muchas maneras al pueblo, pero ir a las ruinas es una ruina. 🙂
Esto es así porque el único modo de ir en taxi, y a pesar de no ser demasiado lejos, cobran como si fuese un viaje de kilómetros y kilómetros. También se podría ir caminando pero estamos hablando de algunas horas de caminata.
Eso sí, cada Sol gastado vale la pena. Lo que se ve cuando uno llega a la punta de la montaña es algo como esto:

Lo que más sorprende es el tamaño de los andenes. Fíjense que en la parte inferior de la imagen hay algunas personas, tan pequeñas que es difícil reconocerlas. Fueron un tipo especial de andenes, por lo común son mucho más pequeños.

Recorriendo el sitio, uno se va transportando en el tiempo. Incluso hay un túnel por el que hay que atravesar (algo común en el pensamiento inca), túnel que bien puede significar el paso de una situación a otra, de un estado a otro, de la materia a la energía.
En la parte alta se supone era el centro militar, en la parte del medio, la residencia sacerdotal y lugar de ritos sagrados:

Es impresionante el detalle de la unión de las piedras algo que caracteriza el trabajo de los pedreros incas.

Y finalmente en la parte baja, estaba la residencia de la clase baja y, por supuesto, más andenes de cultivo.

No quiero terminar este post sin contar que en estas ruinas, me perdí, LITERALMENTE. Quizás fue tanta la emoción, quizás mi mente navegaba en composiciones fotográficas que podrían funcionar en la película, quizás al atravesar el túnel fui transportado a otro tiempo del terrestre… pero cuando me di cuenta estaba oscuro y perdido. Habían varios caminos que seguir pero apenas se podía ver. A lo lejos se divisaba la ciudad y decidí inventar mi propio camino, pero esta vez no funcionó. Llegué al final de la montaña que se cortaba abruptamente. Por suerte caminaba despacio y pude ver el fin en el acantilado. Unos pasos más y habría vuelto a casa en pedazos. Volví, preocupado. ¿Y si aparecía un puma? ¿Le serviría de cena? Pero cuando uno tiene que hacer una película, el universo acude en su ayuda. Decidí caminar hacia un lugar, sin expectativas, sólo por caminar. Me sentía perdido cuando algo me trajo a la realidad: un cactus con espinas de 30 centímetros. El dolor me provocó risas. Estaba loco. Reía en medio de unas ruinas, bañado por la débil luz de las estrellas y la luz de Pisac a lo lejos… Seguí andando, esta vez riendome de mí mismo y de la situación. Y encontré el camino. Ah qué fácil. Y así llegué al pueblo de Pisac a altas horas de la noche… cuando todos sus habitantes dormían lejos de ruinas y espinas de cactus…

EL VALLE SAGRADO, Tambomachay

EL VALLE SAGRADO, Tambomachay

Tambomachay significa en runa-simi (quechua) lugar de descanso. Y como su nombre lo indica no precisa más aclaración. Está compuesta de una serie de acueductos y canales, y cuentan que las dos ultimas fuentes son tan precisamente iguales que si uno pone una botella en cada fuente, ambas se llenan al mismo tiempo.

Al frente de Tambomachay en diagonal se encuentra un Pukara: Pukapukara. Es una construcción militar que podría traducirse como Fortaleza Roja. (Puka: rojo, Pukara: Fortaleza)

Son dos lugares que se pueden visitar en una mañana y vale la pena. En Tambomachay suelen ponerse algunos vendedores a vender artesanías… muchas de ellas, verdaderas obras de arte.

EL VALLE SAGRADO, Sacsayhuaman

EL VALLE SAGRADO, Sacsayhuaman

¿Centro ceremonial o fortaleza? Todavía los científicos y eruditos no se ponen de acuerdo sobre la utilidad de Sacsayhuaman. Lo que nadie pone en duda es que el vocablo deriva de Sacsay: Satisfecho y Huaman: Halcón; por lo tanto esta megaestructura lítica se traduce como Halcón satisfecho. Aún más cerca que Qenqo, a 3km de Cusco se encuentra esta magnífica obra.

Llama la atención lo enorme de las rocas, una de ellas llega a superar la centena de toneladas y cómo algunas piedras, tomadas en conjunto, simulan elementos de la naturaleza, desde llamas(el camélido) hasta garras de puma.

Mucho se ha escrito sobre estas murallas, tanto que copio un resumen de algunos autores:
Son abundantes las descripciones de la riqueza de los decorados interiores, así como de la alta calidad y la abundancia de los objetos guardados en sus habitaciones. Ello confirmaría que fue un templo dedicado al culto solar o, como apropiadamente lo llamó Cieza de León, una “Casa Real del Sol”.
Entre los cronistas que describen a Sacsayhuamán como Casa Real del Sol, podemos mencionar a los siguientes:

  1. Garcilaso de la Vega, quien deja testimonio en sus Comentarios Reales, que los cusqueños sabían que este complejo arquitectónico era en realidad una Casa Real del Sol. En el capítulo VI de su Libro Séptimo dice: “salía de la fortaleza un inca de sangre real como mensajero del Sol … salía de la fortaleza y no del Templo del Sol, porque decían que era un mensajero de guerra y no de paz, que la fortaleza era Casa del Sol”.
  2. Pedro Cieza de León, cronista español de los tiempos de la conquista, dice en su libro El Señorío de los Incas, que al norte de la ciudad del Cusco, en un collado, se ubicaba la Casa Real del Sol.
  3. Martín de Murúa, también cronista español, dice de Sacsayhuamán que “fue dedicada al principio para Casa del Sol y, en este tiempo, sólo sirve de testigo de su ruina”.

“Es indudable que no hay en la América ninguna otra estructura arqueológica que cause tanta impresión al visitante como Sacsayhuamán. Por muy prevenido que uno esté, el espectáculo supera lo imaginado”.
(Alden J. Mason).

Las torres

Hay una parte en la construcción donde se ven unos cimientos circulares; según los expertos en estos lugares se erguían tres torres de cuatro pisos de altura aproximadamente. Así lo relatan también cronistas, especialmente en la resistencia de Manco Capac II.

Para terminar, no está demás mencionar que para algunas personas, esta obra es producto de los sabios de la atlántida, para otros los incas tenían el poder del tercer ojo, para otros conocían una arena abrasiva que les permitía tallar las piedras a gusto…en fin, miles de teorías y supuestos. En lo que SÍ concuerdo es que Sacsayhuaman es uno de los lugares más misteriosos que existen en Sudamérica.

El Valle Sagrado

El Valle Sagrado

Tras recorrer brevemente la capital de los incas, y como sabía que iba a volver días más tarde, decidí partir inmediatamente al valle sagrado. El Valle Sagrado es la denominación de un corredor que reúne a varios pueblitos cercanos a Cusco y que tienen una importancia arqueológica considerable.
Cusco sabe gestionar su actividad turística y por lo tanto abunda la información turística, y los mapas:

El primer lugar que visité fue Qenqo. Muy cerquita de Cusco, 4km, tanto que se puede ir en taxi. En este sitio arqueológico llama la atención una especie de anfiteatro con hornacinas dispuestas en semicírculo. Los que saben, acuerdan que la utilidad de este sitio era netamente religioso.

Allí mismo, se puede visitar una caverna semicircular y semi artificial; posee una mesa o altar donde se realizaban ritos sagrados. Lo que sorprende es la capacidad de los incas para integrar sus obras en la naturaleza ¿o visceversa?

Cusco, El Ombligo del Mundo

Cusco, El Ombligo del Mundo

Si había algún lugar al que tenía que llegar era Cusco. La capital del Imperio Inca.

En este preciso lugar se erguían los palacios de los emperadores incas, de los fundadores de las dinastías que gobernaron el imperio de las cuatro regiones: El Tawantinsuyu.

Pero aquellos edificios, donde las piedras de las construcciones incas parecen hablar, parecen querer salirse de su encierro para contar hasta el origen del universo, fueron convertidos en tiendas comerciales. No me imagino al gran Inca Pachacutec viendo sus habitaciones transformadas en lugares de exposición de productos para la venta. Pero así es el ciclo del mundo, el tiempo y su eterno retorno.

Aún así, muchos muros se conservan tal como hace más de 500 años y hoy podemos disfrutar de estas maravillas que, en la actualidad, siguen siendo un misterio para la ciencia: ¿Cómo pudieron construir esos muros con tanta precisión? ¿Cómo tallaron las piedras para que encajen de tal manera que ni una hoja de afeitar puede introducirse entre las uniones?

Los caminos que intentan responder estas cuestiones son todos válidos. Yo debía encontrar la mía. A pesar de mis investigaciones bibliográficas nunca pude hallar una respuesta satisfactoria. Algo había oído sobre las «piedras de barro», pero nunca con tanto detalle. Mientras muchos tratan de explicar cómo trasladaron las piedras de una montaña a otra, algunos lugareños hablan sobre sus antepasados y explican que los incas eran capaces de «ablandar la piedra». Aparentemente existe o existía una planta con la cual los hatun-runa podían modelar la piedra a modo de arcilla. ayudados por placas de metal podían dar a la piedra cualquier forma… el límite era la imaginación!

Recrear este tipo de paredes será una tarea faraónica, pero ya estamos mano a la obra!!! Artistas humahuaqueños investigan la mejor manera de reproducir este trabajo tan preciso.

Mientras, les dedico esta poesía, que la misma piedra inspira:

Estático movimiento, oh serpiente de piedra,
no dejes de hablar en tus mudas paredes
no saltes del abismo hacia la tierra
permanece, oh roca, oh madre de madres.

Y por fin Perú! – Arequipa

Y por fin Perú! – Arequipa

Luego de un viaje casi doce horas y en un colectivo que no tenía calefacción, llegué a Arequipa. En el transcurso conocí a Jake, un chico inglés que también llevaba tiempo viajando por Bolivia y ahora empezaba Perú. By the way, Jake, I don’t have your e-mail!
Para nuestra suerte, nos conocimos en el autobús y pudimos alquilar un hostal juntos, a las 4 de la mañana. Andar por una ciudad desconocida, buscando un hotel, no es muy recomendable que digamos… eso si no se están buscando experiencias para escribir una historia de suspenso, persecusión o terror.

En Arequipa habían dos intereses: el museo donde yace La Momia Juanita y el cañón del Colca.

El Museo Museo Santuarios Andinos de la Universidad Católica de Santa María era un Have To. El descubrimiento de la Momia Juanita y de todo su ajuar es algo vital para el conocimiento de la cultura inca y, en mi caso, para poder reconstruir todo aquel universo que ellos han creado.
No era posible sacar fotografía, pero pude adquirir un libro donde se detallan, en texto e imágenes las piezas que se exponen en el museo.

El cañon del Colca fue imposible de visitarlo porque requería de un tiempo del que no disponía, debía partir cuanto antes a Cusco y debí conformarme con las fotografías que viajeros y agencias cuelgan en internet, como la que se muestra a continuación:

La ciudad de Arequipa, en sí, guarda mucho de su época colonial y es conocida como la Ciudad Blanca, por sus construcciones hecha en piedra del color que ya has deducido.

La Isla del Sol

La Isla del Sol

Al otro día, salí para La Isla del Sol. A tres horas en barco de Copacabana descansa la Isla del Sol, y a 7km más, la Isla de la Luna. Para suerte de los viajeros, aquel día era festivo en la parte norte de la isla y todas las comunidades pertenecientes a esa región de la isla acudían con sus trajes típicos para danzar y celebrar.

Pero si Copacabana fue una experiencia espiritual, La Isla del Sol, se lleva los laureles. El solo hecho de que no exista transporte automotriz, ni carreteras que puedan soportarlo, es algo que nos devuelve en el tiempo. Y devuelve en el sentido estricto, el del vomito, el de la soledad, el de sentirse pequeño en el mundo, como una isla en medio de un gran lago, tanto que semeja un mar.

Ese es un gran escenario para una película. Y sino, miren el templo del sol, el templo que construyeron los antiguos habitantes en honor del astro rey. La ubicación, lo que se ve a través de sus pequeñas ventanas, el número de habitaciones, todo, cada detalle está pensado y está en sincronía con la isla, y en definitiva con el cosmos.

Quise ir a la Isla de la Luna, pero no hay barcos que lleven hasta allí… a menos que contrates uno privado que te cobra por cada asiento que no se utiliza. Entonces no fui 🙂